Era
una espesa nebulosa la parte de su vida que le había traído hasta este
precipicio. Por más que intentaba transparentar el puré, recordar cual
fue el momento clave, en que instante tocó el negro monolito (gracias
Kubrick), no conseguía recolectar un acertado resumen temporal. Quizás, y
digo quizás, el momento más lúcido en el que casi lo atrapaba, era nada
más levantarse…, con las primeras arcadas. Luego, después de varios
copas, intentaba poner en claro los datos anteriores pero…, sin
conseguirlo. Así que, día tras día, no le quedaba más remedio que
esperar hasta el próximo amanecer.
Autor: Pedro Carrasco Garijo©
País:EspañaURL del blog o web (opcional):http://
2 comentarios:
Si hay un momento de lucidez ese sin duda es el amanecer.
Besos desde el aire
En la vorágine de la vida moderna, ¿existe el momento de lucidez?
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