domingo, 24 de junio de 2012

DOS MUNDOS

La chica hipersolidaria de la ONG llegó, sofocada por el peso de los bocadillos que arrastraba, al polideportivo del pueblo, donde estaban acogidos los subsaharianos que tres horas antes arribaron sus pateras a la playa.      
Sonriente les dijo, tras recuperar el aliento: -¿tendréis apetito?, con la esperanza de que algunos de los presentes entendiera el castellano.
Uno de ellos levantó el brazo y en un leguaje rudimentario contestó: -señorita, lo que ustedes llaman apetito, nosotros lo llamamos hambre. 

Francis Vaz ©
España

7 comentarios:

Mei Morán dijo...

Fino y con profundidad

Anita Dinamita dijo...

Si, eso, qué profundidad tiene la palabra hambre.

Pablo Gonz dijo...

Dos mundos, efectivamente. Pero sin dejar de ser el mismo.

Sara Lew dijo...

Puede que la chica hipersolidaria aprendiese el verdadero significado de la palabra.
Un saludo.

Javier Ximens dijo...

Clarito. Pero buen,esa chica quizás se de cuenta.

Yashira dijo...

Más claro agua, a las cosas hay que llamarlas por su nombre, y ellos no sufren de falta de apetito.

Un saludo Francis,

puri.menaya dijo...

Hambr, hambre voraz... lo sentimos al leerlo.