El psiquiatra cuestionó la capacidad de su profesión para distinguir entre
la locura y la cordura. Temía que en vez de curar dañara más a los
pacientes. Para experimentar, internó a siete voluntarios cuerdos y se internó
él mismo. Ningún psiquiatra o miembro del personal se dio cuenta de que eran
impostores. Los únicos que se dieron cuenta fueron los locos. que le decían al psiquiatra:
-tú no estás loco, tú
debes ser un maestro, un periodista o algo así. Tú debes estar estudiando este
hospital.
Cuando el psiquiatra quiso
salir argumentando que ya se sentía bien se lo impidieron. Lo retuvieron 54 días
contra su voluntad.
Autor: Patricia Jiménez D. ©
País: Colombia
2 comentarios:
Siempre he pensado que debe ser muy difícil demostrar que estás cuerdo si los demás te creen loco, tu relato lo confirma, me gustó mucho, porque es un tema en el que he pensado muchas veces. Y es que... La línea estre la cordura y la locura es tan fina...
Saludos,
Hagan lugar que vamos todos...
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